Bienvenidos al club de la conciencia “alterada”, donde os acercaremos las noticias científicas más relevantes sobre el potencial de la Psilocibina como herramienta terapéutica indiscutible en diferentes áreas de la Medicina del siglo XXI.
Un hongo utilizado como alucinógeno en ceremonias propias de algunas culturas indígenas ha demostrado su capacidad para reconstruir el tejido cerebral. ¿No os parece increíble? Porque eso es lo primero que pensé.
Como es posible que un hongo de estas características, que sólo sirve para hacer viajes astrales, tenga semejantes potenciales beneficios sobre el gran órgano pensante, nuestro cerebro.
Pues bien, no solo es posible, sino que la evidencia científica esta de nuestro lado para dejarlo claro y que nadie se piense que nos hemos tomado algo y estamos viajando por nuestra mente dispersa. Estos científicos se “colocan” con sus tubos de ensayo y nos regalan estos trabajos impecables como los que os quiero mostrar a continuación.
Breve Repaso a la literatura científica más reciente sobre como reparar un cerebro con Psilocibina:
Shao y colaboradores han publicado recientemente en “Neuron” un artículo que demuestra sin lugar a duda que los cerebros de los ratones estudiados pudieron recrear conexiones perdidas después de consumir psilocibina. (Ling-Xiao Shao, Clara Liao, Ian Gregg, Pasha A. Davoudian, Neil K. Savalia, Kristina Delagarza, Alex C. Kwan. Psilocybin induces rapid and persistent growth of dendritic spines in frontal cortex in vivo. Neuron, Volume 109, Issue 16, 2021, Pages 2535-2544.e4)
Alex Kwan, autor principal del estudio y profesor de psiquiatría y neurociencia en Yale, explica con sus propias palabras este hallazgo: “No solo vimos un aumento del 10% en la cantidad de conexiones neuronales, sino que también fueron en promedio alrededor de un 10% más grandes, por lo que las conexiones también fueron más fuertes. “
Pero es que además los investigadores encontraron que los cambios persistieron durante al menos un mes, observando que tanto los ratones como su comportamiento mejoró significativamente con una sola dosis de psilocibina.
Y ahora seguro que habrá muchos que digan. Pero el estudio esta hecho en ratones y no se puede trasladar a los seres humanos que tenemos una red neuronal más compleja. Pues bien, que sepáis que la gran mayoría de los estudios que luego han alumbrado grandes avances en tratamientos para los humanos, se han probado antes en estos lindos animalitos. Así que las probabilidades de que eso sea así en los sapiens es muy elevada.
Pero aún hay más, porque esto explicaría los buenos resultados de dosis únicas de este hongo en el tratamiento de depresiones graves. Como ha demostrado este estudio en humanos (si, en animales de dos patas) publicado en el New England Journal of Medicine, reconocida como la revista médica de más alto prestigio mundial.
En este artículo Carhart y colaboradores demostraron en un ensayo clínico fetén, donde los haya, que la Psilocibina puede estar a la misma altura o incluso más que un antidepresivo clásico como el Escitalopram en cuanto a eficacia y con una sola dosis con psicoterapia.
(Carhart-Harris, R., Giribaldi, B., Watts, R., Baker-Jones, M., Murphy-Beiner, A., Murphy, R., Martell, J., Blemings, A., Erritzoe, D., & Nutt, D. J. (2021). Trial of Psilocybin versus Escitalopram for Depression. The New England Journal of Medicine, 384(15), 1402-1411.).
Esta excelente mejoría terapéutica estaría en relación con el conocimiento sobre el origen de la depresión y el estrés crónico en cuanto a la reducción de conexiones neuronales críticas, que llevaría a bloquear la comunicación entre las neuronas. La regeneración que se produce con la Psilocibina daría lugar a nuevas conexiones y nuevas neuronas que facilitarían nuevas vías de comunicación para salir de la depresión.
Y es que tal como voy escribiendo, me quedo atónito ante todos los estudios que se van amontonando y nos ayudan a desenmarañar como interactúa la Psilocibina con el cerebro y consigue mejoras en su funcionamiento.
Y como prueba de ello, con anterioridad a los estudios precedentes, Raval y su equipo también demostraron que la psilocibina aumenta el número de conexiones neuronales en la corteza prefrontal y el hipocampo de los cerebros de los cerdos.
(Raval, N. R., Johansen, A., Donovan, L. L., Ros, N. F., Ozenne, B., Hansen, H. D., & Knudsen, G. M. (2021). A Single Dose of Psilocybin Increases Synaptic Density and Decreases 5-HT2A Receptor Density in the Pig Brain).
¡Ojo! que los cerdos se parecen mucho más a los humanos que las ratas. Si es que a los científicos no se les escapa una a la hora de avanzar en el conocimiento y si además luego se comen esos Jamones y embutidos que dan, el resultado final no podría ser mejor en todos los sentidos.
Y otro estudio más reveló que la psilocibina aumenta rápidamente la expresión de varios genes relacionados con la neuroplasticidad en el cerebro de las ratas. El equipo de Jefsen con sus ratitas dió un paso más allá y demostró que también mejoran la neuroplasticidad. Es decir, la capacidad de establecer nuevas conexiones con las mismas neuronas para ampliar el potencial del cerebro. (Jefsen, O. H., Elfving, B., Wegener, G., & Müller, H. K. (2021). Transcriptional regulation in the rat prefrontal cortex and hippocampus after a single administration of psilocybin. Journal of Psychopharmacology , 35(4), 483-493).
Y quiero terminar este repaso con un artículo que ahonda en el mecanismo de acción de este hongo milagroso (más que mágico). Se trata de un estudio internacional, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, liderado por Gustavo Deco, profesor de investigación ICREA y director del Centro de Cognición y Cerebro del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (DTIC) de la UPF (España), y que ha contado con la participación de Josephine Cruzat, miembro de su equipo, Morten L. Kringelbach, neurocientífico de la Universidad de Oxford (Reino Unido), y científicos de centros de investigación en Alemania, Dinamarca, EEUU, Portugal y Reino Unido.
Este estudio teórico-experimental ha modelado la interacción entre los sistemas neuronal y neurotransmisor del cerebro para explicar cómo la psilocibina afecta la actividad cerebral. Para estudiar los mecanismos de acción del fármaco analizaron los datos de resonancia magnética nuclear funcional (fMRI) de 16 sujetos sanos. En el experimento, los participantes recibieron pequeñas dosis de psilocibina intravenosa o solución salina (como efecto placebo). Mientras tanto permanecían en el escáner para medir su funcionamiento cerebral.
“Las simulaciones computacionales revelaron que la integración de los sistemas neuronal y neurotransmisor es fundamental para explicar los efectos de la psilocibina sobre la actividad cerebral, específicamente a través de la estimulación de los receptores de serotonina 5-HT2A, implicados en la modulación psicoactiva”.
Esta jerga científica ¿qué quiere decir? Pues que la Psilocibina actúa gracias a su estimulación sobre las neuronas llevada a cabo a través de los neurotransmisores relacionados con la serotonina. Es decir, crea y recrea nuevas conexiones y nuevas neuronas actuando sobre las células (neuronas) y sobre sus mediadores bioquímicos (neurotrasmisores). Vamos que no se deja nada por tocar.
Y aunque lo parezca, esto no es ciencia ficción. Estamos hablando de ciencia de la buena y estamos viendo como científicos de renombre internacional están participando e interesándose cada vez más en estudios sobre este “hongo mágico” y publicando en revistas de alto impacto, donde sólo se admiten unos estándares elevadísimos.
Y es que los resultados son tan espectaculares que cuesta creer que sean ciertos. Pero la ciencia es tozuda y la evidencia científica es categórica.
Estoy convencido que estamos asistiendo a un momento crucial en esta historia y en otras más relacionadas con muchos seres humanos. Si una sola dosis de este hongo es capaz de generar nuevas neuronas y establecer nuevas conexiones, las posibilidades que se abren son casi infinitas e inimaginables dada la capacidad de nuestro cerebro aún por explorar.
Y esperando que este conocimiento contribuya a disipar vuestras dudas sobre los usos y abusos de la Psilocibina, os deja un médico boquiabierto y doblemente alucinado con este colocón de CIENCIA en mayúsculas.
Un abrazo del Doc a todos mis queridos socios. Os deseo salud, sabiduría y algo de conciencia alterada en este nuevo comienzo.
Doc Juan Carlos Alonso juancarlosalonso@psilocibinaenespanol.com
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Círculo de Salud