La psilocibina: Ha nacido una Estrella, luces y sombras

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La psilocibina esta de moda. El interés que ha despertado esta sustancia en los últimos 5 años ha sido de todo, menos modesto.

Ha entrado por la puerta grande y sin complejos, mostrándose al mundo científico como una potencial “Estrella” que viene a solucionar o al menos a aliviar una amplia gama de trastornos psiquiátricos o mentales, donde antes habían fallado otras prometedoras terapias.

Dos ensayos clínicos publicados en dos revistas de impecable y reconocido prestigio dentro del marco de la Medicina académica como “Nature Medicine” (MDMA-assisted therapy for severe PTSD: a randomized, double-blind, placebo-controlled phase 3 study) y el “New England Journal of Medicine” (Trial of Psilocybin versus Escitalopram for Depression) en 2021  con resultados positivos en ambos casos confirmaron el estado de gracia de estas sustancias en el mundo científico.

Parece que es solo cuestión de tiempo que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su siglas en inglés) apruebe el uso terapéutico de los compuestos psicoactivos a lo largo de este año 2023, el MDMA ya podría recibir la aprobación, y la psilocibina uno o dos años más tarde.

Pero no es oro todo lo que reluce y también vislumbramos algunas controversias y dudas sobre la calidad metodológica de los estudios, la situación legal de estas sustancias y la falta de profesionales experimentados en su uso. 

Por este motivo nace este artículo con la intención de dar luz a esta Estrella rutilante y despejar las sombras que le acechan, basándonos única y exclusivamente en la evidencia científica existente y en los datos objetivos que, a día de hoy, se pueden recoger en muchas bases de datos de reconocido prestigio.

LUCES:

  • UNIVERSIDADES O INSTITUCIONES ACADÉMICAS INVOLUCRADAS EN EL ESTUDIO DE LA PSILOCIBINA: 309 a lo largo de todo el planeta.
    • Entre las cuales destacan por su rigor científico: Yale, University Hospital, Basel, Switzerland, Johns Hopkins University, Washington University School of Medicine, Stanford University, University of British Columbia (Canada), University of Zurich, Imperial College London, Universidad de California, Campus de la Berkeley y el Hospital Mount Sinaí en Nueva York, entre otros muchos.
  • ENSAYOS CLINICOS EN MARCHA PARA SU ESTUDIO ACTUALMENTE: 628 repartidos de forma irregular entre todas las instituciones mencionadas.
  • ENSAYOS CLINICOS FINALIZADOS CON RESULTADOS POSITIVOS: 21
  • CONDICIONES ESTUDIADAS EN LOS ENSAYOS: Depresión refractaria a tratamiento convencional, Trastorno por estrés postraumático, cefaleas en racimo, Adicciones al alcohol, tabaco y otras sustancias psicoactivas, Trastorno de ansiedad frente a la muerte y Trastornos de la conducta alimentaria.
  • PUBLICACIONES EN LOS ÚLTIMOS AÑOS EN REVISTAS INDEXADAS EN PUBMED: 1673 publicaciones desde el inicio, en los últimos 5 años 821 y revisiones sistemáticas 62 en el mismo periodo de tiempo.
  • EMPRESAS Y COMPAÑÍAS INVOLUCRADAS: Hay más de 50 empresas invirtiendo dinero y esfuerzos en el mundo de estas moléculas y en conjunto el puñado de compañías que cotizan en los mercados públicos están valoradas en más de 2000 millones de dólares.
  • A modo de ejemplo la Compañía Compass Pathways, una empresa de atención médica ha recaudado 240 millones de dólares y cotiza en la Nasdaq y está llevando a cabo 22 estudios clínicos de la terapia con psilocibina para la depresión resistente al tratamiento en diez países.
  • La Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodélicos (MAPS, por su sigla en inglés) dirigida por Rik Doblin (uno de los pioneros de esta revolución), es ahora un imperio multimillonario de investigación y defensoría que tiene una plantilla de 130 neurocientíficos, farmacólogos y especialistas regulatorios. Y ahora está forrada de dinero, tras haber recaudado 44 millones de dólares durante los últimos dos años.
  • El Centro para la Investigación de Alucinógenos y la Conciencia de la Universidad Johns Hopkins, fue creado con 17 millones de dólares de financiación privada y está estudiando, entre otras cosas, la psilocibina para dejar de fumar y el tratamiento de depresión asociada con el alzhéimer.

SOMBRAS:

  • Calidad Metodológica de los estudios: Se le acusa del número escaso de participantes, la ausencia de grupos de control en algunos, la corta duración de los estudios y las muestras de población altamente seleccionadas. Estos defectos de diseño se están solucionando en los próximos ensayos en marcha porque hay más dinero y experiencia para el desarrollo de los estudios.
  • Falta de profesionales con experiencia y ello conlleva también la ausencia de protocolos estandarizados de uso general. Con el dinero que podría generar el uso de estas sustancias, se estima que más de 244 mil millones de dolares es el negocio de los tratamiento psiquiátricos, se deberían implementar programas de formación para dar salida a estos profesionales.
  • La situación legal de estas sustancias en muchos países, donde todavía llevan el lastre de considerarse sustancias potencialmente peligrosas para la salud y los problemas éticos que ello conlleva. En muchos países y estados de EEUU ya se ha legalizado el uso de estas sustancias y parece que se prevea un efecto bola de nieve por los resultados de los últimos ensayos.
  • Faltan estudios de seguridad para llevar un estricto control de los efectos secundarios de esta sustancia y sus indicaciones y contraindicaciones. Con los resultados de los más de 600 ensayos en marcha vamos a obtener suficiente información para establecer las condiciones seguras del uso y administración de todas estas sustancias.

Y ya para terminar una llamada al sentido común, el consumo recreativo de estas sustancias, que esta muy extendido, no debería ensombrecer el fantástico horizonte que se deja entrever sobre el potencial terapéutico de patologías que actualmente no tienen ningún tratamiento efectivo.

Por este motivo quiero terminar con una frase de Roland R. Griffiths, el director fundador del centro de la Johns Hopkins y psicofarmacólogo, en cuyo estudio de 2006, administró psilocibina a voluntarios sanos, siendo el primer estudio con estas sustancias en obtener la aprobación de la FDA después de una generación.

“Debemos ser cuidadosos y no prometer de más, porque estos compuestos son fantásticamente interesantes y tienen numerosos usos posibles”